amarillo, ocre, roce / dame tu lengua
Amarillo, ocre, roce. El comienzo, el fin, el amor, las
partes, la totalidad, el orden, las palabras. Todo ocre es el roce que se
anticipa, el roce que duele, el roce que se duela (el que ha muerto, el que no
vuelve sino transformado en otro). Este primer volumen del libro de Karina
Macció anuncia el principio y el fin del amor, la rueda imparable desde el yo
del amarillo. Amar y yo. Dosuno dosuno apelmazado. El otro es casi una
excusa, un personaje que surge, se elige, se erige como un dios pequeño a reverenciar
solo en recuerdos, en ausencia, en futuros planes hipotéticos. El otro es en
mí: Perderte no es tanto / si puedo desear / si puedo tener / afuera
viviendo / un retrato. Pero esta vivencia no se observa solo desde la
ingenuidad del enamoramiento, hay una búsqueda del porqué desde el sueño y el
nombrar en la lengua: de todas formas no me cierra el “nos” al final, ¿qué nos?.
Es justamente este buceo, esta exploración por la profundidad de la palabra en
busca de una perla que tal vez no exista, la que hace de Ocre un apasionado
viaje nostálgico.
Eugenia Coiro para Ocre, Textos Intrusos, km. 2015
No puedo creer tu coherencia
irrevocable, inextricable, inexpugnable
sos un castillo
una firma
un muro de lamentos
tu cabeza
una sucesión de errores
tan divertidos
cómo perdértelos, no?
tigres al acecho, relamiéndose
al menos podrías haberte protegido
me mata tu desnudez
tu imposible inocencia
inconcebible tanta tan tarada
razón tuya
podrías haberte evitado
la muerte a los 30
no era necesaria
no era un destino
–¿Estamos
condenados?–
sólo un apagón
(atarte de manos y de pies mientras
escuchás las sirenas que te vienen a buscar, vienen por la calle no nadan
vuelan, vienen volando hasta el abasto a buscarte no hay guarida que te guarde
vienen por vos sin más vienen cantando cantando gritando porque no vas a dejar
de escuchar lo que hay que oír, bastarda, lo vas a escuchar, si no tuviste
nombre, lo vas a saber, si estás acá por equivocación, lo vas a saber, si sos
una deformidad irrebatible, lo vas a saber, las sirenas no mienten y al final siempre
llegan, es su obligación, su misión, te vienen a buscar no hay razón que valga
porque no la tenés, delirante estás y así te maniatás, camisa de fuerza para
vos, voces llenas en tus oídos y ojos, ya vas a ver, lo vas a ver, te vas a
ver, por fin, cuando vengan por vos, no hay salida a la vida, ya está, ya
llegan, ellas, ya es, ya, ya, es hora, abrí, abrí la puerta, abrí la boca, dame
tu lengua)
Ocre, km. 2015
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